lunes, 8 de agosto de 2011

Latido

http://youtu.be/J5KCOARs9I4


Para el tío Miguel, con cariño


1


La rutina termina siempre por envolvernos y se adjudica la mayor importancia en nuestras vidas, volviéndola tan solo remedos, atisbos de lo que quisiéramos, apuestas que irremediablemente terminamos perdiendo.

Una de las vicisitudes que un hombre que se gana la vida reparando cosas tiene que enfrentar es que siempre representa gastos, en refacciones, materiales, tiempo o herramientas, terminamos por acostumbrarnos a esas miradas llenas de dualidad de las personas cuando por un lado se alegran de vernos llegar, pero por otro, la incertidumbre les retrata una mueca muy singular cuando se preguntan ¿cuanto les vamos a cobrar? y si el cobro será justo o estamos abusando de ellos en un País donde el abuso es parte de nuestra cultura.

El tener mas de 30 años en el negocio vuelve la caja de herramientas irremediablemente mas pesada, nos cuesta trabajo desprendernos del más ínfimo tornillo, pues sabemos que en el momento menos pensado puede resultar la pieza clave para sacar adelante una chamba. Claro, también habré de reconocer que mis 68 años vuelven los kilos mas pesados. Pensándolo bien es un comportamiento que muchos tenemos, nos cuesta trabajo deshacernos de culpas, temores, ansiedades y después de años seguimos cargando tornillos que hacen nuestra vida mas dificil.

Debo dejar de subirme a los techos, el trabajo de mantenimiento a los aires es abundante en esta tierra, pero desafiar al sol lagunero tiene su costo, se me olvidó mi camisola de manga larga, error, desde el primer momento sientes como el calorcito acaricia tu cabeza, hombros y espalda, primero suavemente, después, a medida que transcurren los minutos, la calidez se va transformando en un infierno que te hace evocar el mundo de Dante. El cancer de piel es un fantasma que nos persigue a los laguneros toda la vida.

Mientras cepillo las rejillas y seco el depósito de agua pienso en una cerveza fría y estoy seguro que ese pequeño pensamiento se convertirá en una obsesión dentro de una hora, recuerdo aquella novela que leí en mis ayeres y que contaba la historia del planeta Dune, casa de gusanos gigantes y de aquella droga tan apreciada en el universo que hacía que los hombres al final se corrompieran, nada que ver con nuestros tiempos. En ese contexto mi cuerpo estaba desperdiciando agua en cantidades groseras.

Por fin termino, se trata de un cliente de toda la vida, le cobro 200 desde hace años, no es mucho, pero algunas fidelidades también generan lealtades.

La caja parece mas pesada que en la mañana, intento recordar si le metí algo, cuando un ardor me atravieza el pecho, me detengo, el dolor me pone en alerta y miro a mi alrededor, solo veo a extraños, la suerte me sonríe y me permite detener un taxi a quien le pido me lleve a la Cruz Roja.

El ardor permanece, es intenso y mientras el taxista toma la avenida Juárez busco hacer una llamada pero no traigo saldo, el implacable señor Slim no da crédito, olvidé comprarle tiempo por adelantado al amigo en una fórmula que lo ha enriquecido de forma ofensiva.

Con la respiracón entrecortada recuerdo a mis padres, pienso en mis hijos y nietos, en las mujeres que he amado y que ya no están, en mis hermanos y hasta en el perro, el dolor se intensifica y siento como el corazón acelera su latido, volteo a ver al taxista pensando que alcanza a escuchar el ruido que hace mi pecho. Intento imaginar que es lo que me pasa mientras un escalofrío me eriza los cabellos, el coqueteo de la muerte siempre nos recuerda nuestros pendientes.


2


Si, están infiltrados, esos bastardos nos quieren secuestrar, escuchame, ponme atención, quieren la lana, es lo único que les interesa, les vale madres quienes somos, de todos modos nos van a matar, cuando te de la señal sales corriendo, te metes al elevador y te pelas sin mirar atrás, yo ya me jodí, pero tu te puedes salvar.


3


Papito, tranquilo, despierta, es la medicina......... Is there anybody in there?