Con cariño para Aurelio Vanegas
Por fin aceptaste, te resistías al reconocimiento público de tus amigos, de tus paisanos, de la gente que ayudaste, de tu tierra, la misma donde están sepultados tus padres y que nunca podrás olvidar.
Bajo ese rostro recio, duro, bajo ese tono de voz grave, fuerte, bajo el discurso serio, solemne, siempre se ha escondido un hombre noble, comprometido con su gente, con sus amigos, con su familia.
La nobleza te cobija, no aquella que ostentan las monarquías, la otra, la mas simple, la mas valiosa, la que se basa en la humildad, en el afán de ayudar, en aceptar a las personas como son, esa es tu mayor enseñanza y por fortuna la reconozco en otros que también amo, en Gabriel, en Abdón, en Pablo y no me queda mas que agradecerte el haber sido, el haber inspirado a otros aunque no lo percibieras.
En tu discurso, te refieres a los pendientes que podemos tener, inclusive dejar; tomas al agradecimiento como una piedra fundamental de tu vida y en un evento dedicado a ti, agradeces la circunstancia que te permitió conocer a Jesús Morales González, nos platicas su vida y sus logros. Los recuerdos y el compromiso que sientes a muchos años de su muerte, vuelven tu voz vibrante, poderosa y conmovedora.
Compartes su idea: "El mayor poder y riqueza de una nación es invertir en la educación de su juventud, como medida del presente y futuro de un país." La reflexión en tiempos de violencia nos lastima
Compartes la cita: "Hay dos clases de hombres en la vida... los que dan resultados... y los que dan explicaciones." Nos preguntamos a cual de ellos pertenecemos.
Agradeces a tu mujer, hijos, familia y amigos. Compartes tus logros con todos los que te conocieron... sin olvidar a los muertos.
Recuerdas a nuestros viejos... Origen nuestro.
Y si tío... están orgullosos de ti.