domingo, 11 de diciembre de 2011

Escuela Secundaria Federal


I
Como está mi niño?, ya leí su texto, le quedó muy bien, creo que lo voy a recomendar con un amigo que tiene un taller literario, cobra un poco pero si usted quiere yo le ayudo, tendría que ir a la biblioteca que está en el parque Morelos, me parece que sesionan los martes y jueves por la tarde. Lo felicito una vez mas.

II
Ando que no me calienta ni el sol, un muchacho cabrón me rayó el auto, y no solo el mío, el de varios profes, el muy cínico estaba ahí mismo con su pandilla en el estacionamiento, como esperando ver las reacciones de todos nosotros mientras esbozaba la sonrisa de un sicario en potencia.

No, no exagero..., trae azorrillados a mas de tres, les baja una lana para no molestarlos, hasta los profesores le tememos, incluyendo al director.

Entra a una que otra clase solo a molestar y a perder el tiempo, es una maldita lacra sin remedio

III
Si amor, es un chavo que vive en aquella colonia que está por la cementera, la de casas de cartón, escribe bien, es de esos a los que le gusta la lectura, a diferencia de los otros, se la pasa en la biblioteca, lee de todo, prácticamente devora los libros.

Ya le ofrecí inscribirlo en el taller del maestro Bermudez, ojalá acepte, es uno de los que se pueden lograr, ya sabes, si de 150 alumnos en una escuela enquistada en el ojo de la violencia, logro salvar aunque sea a uno de ellos, mi trabajo habrá valido la pena. Juan es mi apuesta de este año, es diferente, da la impresión que es un hombre mayor, supongo que a algunos, las circunstancias, terminan por arrebatarles su niñez.

IV
No te imaginas lo que pasó, hubo un accidente, Juan, mi alumno, al que le gusta leer, cuando otro chico le quería asustar por la espalda, reaccionó y al levantar el brazo, le incrustó al otro un lápiz en el ojo, me asusté mucho, el caos, la sangre, todos corriendo, Juan lloraba, pedía perdón, desconsolado y Pedro gritaba primero, vociferaba después, insultando, amenazando.

Lo llevamos al hospital, hablé con su doctor, dice que perderá el ojo. Juan está detenido, lo van a mandar al tutelar de menores. Ayudame amor, que hacemos, fue un accidente, fue un accidente...

LXXXII
No, de verdad.... estoy bien... solo que, bueno, en realidad estoy triste... no te había dicho que regresó Juan... después de un año... es otra persona... nada que ver con aquel muchacho que le gustaba leer y escribir...

Fallamos, no lo pudimos ayudar, casi hasta me siento responsable... me duele... era un buen chico... ayer platiqué con el... de alguna manera le reclamé... su cambio... su actitud... su lejanía... su indiferencia en las clases... su ausencia de textos... cuando mencioné sus cuentos suavizó su mirada por un momento y me contó, vaya que me contó... de los celadores... de los golpes... de las violaciones... de los delatores... de las drogas que había que vender... y consumir... de su familia... de su madre, encontrada muerta en un hotel del centro... donde se prostituía con el hombre equivocado, suponiendo que hubiera hombres adecuados para prostituirse... de sus hermanos, que no sabe donde quedaron... En ese momento endureció nuevamente su mirada, la bajó y vi como la clavaba en mi escote, con insolencia, con descaro, mientras mojaba sus labios con su lengua, mostrándome cuales serían las nuevas reglas de comportamiento... sonrió de nueva cuenta y antes de retirarse me dijo... "Por cierto maestra, Pedro ya no la va a volver a molestar... nunca mas".

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