Por fin llegas, el taxi te cobra 150 cuando la tarifa es de la tercera parte, rata, me acuerdo de Rockdrigo, te deja donde quiere, no importa, sigues la marea negra, sabes que todos vamos al mismo sitio, al encuentro con uno de los conciertos más emblemáticos de todos los tiempos.
Hay gente de todas las edades, de 13 a 60, pocas bandas en el mundo tienen ese poder de convocatoria. Chavos cabeza de martillo, hombres con el muro en la piel, pegado a sus ojos, a su boca, a su cráneo, la adrenalina te acompaña desde temprano, desde que te levantaste estás excitado, con un exceso de generación que se manifiesta en una alta frecuencia dirían los eléctricos, sabes que todo saldrá bien y que tendrás otra historia que contar.
Me lanzo por un whisky, pido el vaso mas grande, le meto 400 pesos de Buchannan´s, en los primeros sorbos entro en un agradable estado de relajación (comfortably numb), dan las 9, la puntualidad de la banda denota que es inglesa, la raza expectante.
Descubro a la derecha del escenario unas consignas, le pido al Gelmin sus binoculares
“Estamos hasta la madre”
“Ni un muerto mas”
Evidente mensaje al Sr Felipe Calderón al haber iniciado una guerra sin estrategia, pequeño detalle que ha hecho de las funerarias un negocio floreciente en un mandato con promesas de empleo.
Elmer Mendoza toca el tema en su novela La prueba del ácido, donde los narcopersonajes se arman hasta los dientes con la ingenua declaratoria, elemental, AK´s 47, Barret´s calibre 50, granadas de mano, Berettas 92FS, Smith & Wesson, escuadras Herstal de 5.7 por 28 mm, bazucas de largo alcance, cartuchos. La ficción de Mendoza se quedó corta.
El whisky está pegador. Se escuchan algunas rolas de John
In the Flesh
El estruendo de los aviones inunda el escenario y todos los putos alrededores en un sonido global que acelera tus latidos, te sudan las manos, abres todos tus poros dispuesto a asimilar cada detalle.
Un avión a escala sale de un lado del estadio y se estrella con el Muro, fuegos artificiales, efectos luminosos y sonoros prenden la noche en un comienzo espectacular que nos pone los ojos abiertos como platos.
The Thin Ice
La guerra, eterna compañera de la humanidad en la visión de los hombres de Floyd, el dolor, la desesperación y la pérdida irreparable.
Al Muro le faltan algunos bloques de su parte central, aún así sirve de megapantalla, donde todos mantenemos nuestra mirada fija asimilando las múltiples señales que la tecnología y la imaginación de la producción permiten.
Another Brick In The Wall I
Muro: “Enjoy Capitalism” con la tipografía y estilo de la conocida “Enjoy Coca Cola”
El profesor, una marioneta gigante llega a México, al foro Sol, del tamaño de una represión cultural histórica, desde la conquista para los indios, desde antes para otros, dominante, aterrador.
No es una casualidad su representación, al poder le interesa asegurar su permanencia, habrá que preguntarle a los Lores, Generales, Stalin, Fidel, Gordillo.
Los ojos del profesor se iluminan, queman con su mirada las ideas de los hombres del futuro, el maestro, ante una protesta colectiva, levanta su bota y aplasta.
Muro: “If at first you don´t succed, call an Airstrike”
Waters, maduro, en un esfuerzo en español que se agradece:
“Quiero dedicar este concierto a los niños que ya no están con nosotros al haber muerto en una guerra de narcos, a las mujeres y niñas de Juárez, nos une la pena de su ausencia”
The Happiest Day Of Our Lives
El sonido de los helicópteros inunda la plaza, percibes las ondas sonoras no solo con tus oídos, sientes como chocan con los objetos incluyendo tu cuerpo, haciéndolo vibrar. Solo te falta sentir el viento, tu favorito. Algunos trabajan en el muro montando los bloques faltantes.
Muro: “No Fucking way”
Another Brick On The Wall II
Hey teacher, leave the kids alone
La consigna es poderosa, la gritamos, la coreamos, en sintonía, sin inhibiciones, unidos.
México le responde a una leyenda viva que será recordada siempre.
Mother
Todo está bien dice el muro, en todos los idiomas, en el mensaje global de todas las madres que deberán entender hasta los babilonios. La rola nos lleva a un remanso reflexivo mientras la proyección muestra al Waters del pasado, sin las arrugas que lo visten.
Muro: The Big Brother is watching you, con una M montada al inicio de la tercera palabra.
El Muro se torna azul, poco a poco se cubre de aviones,
miles de ellos, en formaciones perfectas, bombarderos todos, abren su vientre y
vomitan sus bombas, rojas todas, el Dólar, la Cruz, Toyota, Shell, Mc Donald´s,
la Luna, la Estrella, la Hoz y el Martillo.
Las bombas caen, inundan la tierra, la tornan de un rojo
brillante, agresivo, sanguinolento, no hay donde esconderse, no hay espacio
seguro.
Empty Spaces
Se presenta el cortejo silvestre que viste por primera vez hace
treinta años, vanguardista y liberador en aquel tiempo, el acercamiento, el
enamoramiento, la seducción, la promesa, el regocijo, el amague, la
penetración, el surrealismo, el falo, las piernas que asfixian y ahogan, la mutación
kafkiana, la depredación. Te descubres hipnotizado, volteas a tu alrededor
todos son uno, el pequeño Gelmin tratando de interpretar una historia
visualmente inquietante.
Young Lust
El Muro sigue creciendo mientras la rola despierta un grito
desde el fondo de tu masculinidad, El Whisky te ha caído bien, no necesitas
más, por el momento.
Se proyecta a una chica en un antro, poca ropa, baila, se
acaricia, muestra sus labios entreabiertos, sus senos, literalmente
gigantescos, erectos.
El mercado del sexo se ofrece en sitios donde todos somos
galanes y todas están buenas, resultado clásico de combinar dinero y alcohol.
One Of My Turns
Mientras doy otro trago, descubro a dos fantasmas que me
observan, los reto, sostengo su mirada, inmutable, los huecos negros de sus ojos y boca me hacen ubicarlos en una realidad alterna, los ignoro.
El Muro proyecta el desorden, no solo el departamento que la
princesa visita, sobre todo el de la conciencia, una señal que pareciera ser de
origen cerebral cruza toda la pantalla, arrítmica, sin un patrón definido, algo
que se pudiera interpretar como la suma de múltiples señales moviéndose a
diferentes frecuencias. La distorsión rompe la coherencia del escenario, una
especie de locura originada en la introreflexión.
Aparece el rostro en blanco y negro de una rubia, la imagen
es un tanto difusa, me recuerda en ese aspecto aquella que Korda le sacó al
Che. Mientras la rola avanza, la imagen se va enfocando poco a poco, hasta la
perfección, después, pareciera que un enfoque extremo descubre una realidad
oculta en la primer toma, barras verdes, inorgánicas, se desprenden de sus
lagrimales y de su boca, llora, las barras comienzan a surgir de la parte
superior del muro, se deslizan por todo lo ancho verdes, amarillas y rojas. Una
prueba de que puedes alucinar sin utilizar drogas cuando la producción es de
poca madre.
Don´t Leave Me Now
El armado del Muro está por completarse, faltan solo unos
pocos bloques, en un efecto multimedia comienzan a aparecer espacios
adicionales, como si los bloques fueran desapareciendo, hay una combinación
entre espacios existentes y simulados, para los que observamos resulta casi
imposible ubicar los reales. No importa, al fin y al cabo, también la realidad
puede ser relativa.
Another
Brick On The Wall III
Los Bloques del muro comienzan a volar como si de hojas en
una tolvanera lagunera se tratara, se vuelve a escuchar el ensordecedor ruido
de los aviones, casi los puedes sentir, se proyectan miles de rostros, se
reacomodan buscando en el muro su espacio, su propósito en la historia.
Goodbye Cruel World
Goodbye cruel world, I´m leaving you today
Goodbye, goodbye, goodbye
Goodbye all you people
There´s nothing you can say
To make me change my mind
Goodbye.
Se apagan las luces y el sonido, entramos en un receso, expectantes
hasta que el buen Gelmin comenta que nos podemos sentar, algunos incrédulos
siguen aferrados al escenario esperando alguna sorpresa adicional hasta que se
convencen.
Enfoco los binoculares de nueva cuenta, en el Muro se
proyectan testimoniales de gente desaparecida en las diversas guerras del
mundo, Irán, Korea, Vietnam, Afganistan, Colombia, Alemania, Irak. Después corroboro
que en la página oficial de Waters en la liga “Honor a falled loved one” se
puede dejar un testimonio, México bien pudiera aportar algunos miles.
Es hora de ir por otro Whisky
Hey
You
… Can you feel me?
… Would you touch me?
… Don´t give in without a fight
A pesar que no me pela le tiro el rollo al pequeño Gelmin sobre
la interpretación de una pelea propositiva.
Se da otra contracción del Muro, parece alejarse dejando un
hueco en el centro, se ilumina nuevamente, el blanco se convierte gradualmente
en un gris tocado por el tiempo, los años lo han pintado en tres segundos.
Is
There Anybody Out There?
Nobody Home
Waters de negro, en una sala simple, sillón, lámpara y
televisor.
Vera
/ Bring The Boys Back Home
Ojos, cejas negras, sorpresa y llanto al ver al padre de
regreso, escena conmovedora, una capa de humedad distorsiona la escena, en esta
ocasión no se trata de la producción.
Comfortably Numb
El Muro pierde su forma, una amalgama de grises lo cubre,
Waters nos muestra su espalda, enfrentando al Muro, al mundo y sus ataduras,
destaca su delgada figura, podremos dejar de matar y comer en primera instancia
lo que respira y se mueve.
La guitarra te arranca un escalofrío, que te recorre de pies
a cabeza.
La banda toca detrás del muro, solo el sonido te conecta con
ellos en una rola por demás sugerente, cuantas veces has estado relajado y
reflexivo.
El muro se distorsiona una vez más, se mueve, se
resquebraja, rojos y azules se manifiestan, verdes, violetas, aparece el sol
con su amarillo deslumbrante y lleno de vida, surgen edificaciones grises,
crecen como plantas pero siguiendo los patrones del hombre, rígido, cuadrado, te recuerda aquellas
construcciones de la antigua Grecia que has visto en los libros.
In The Flesh
Las columnas se aclaran de a poco, pereciera que se desnudan
del tiempo y te muestran su verdadera piel, aquella que está bendecida por la
luz.
No sabes cómo pero la banda ahora está tocando frente al
Muro.
Waiting For The Worms
Aparece el dictador y la marcha de los martillos, la
consigna, al mismo tiempo un jabalí gigante sobrevuela el estadio, es negro, colmillos
amenazadores, engordado por consignas políticas, religiosas y mercantiles.
El
comandante supremo llama a la obediencia, el muro despliega sus banderas, la
raza estira sus brazos en perfecta sincronía encendiendo y apagando sus luces,
el estadio completo se alumbra y oscurece en latidos regulares, es como si
miles de luciérnagas respondieran con su energía a las consignas del
comandante, el Muro se cubre de gusanos rojos, que crecen y se multiplican
hasta asemejarse a serpientes, el surrealismo nos alcanza, el estadio responde,
se presentan algunos gritos rayando en lo irracional, podemos seguir a
cualquiera, adonde sea.
Algo me incomoda, el puerco parece llamarme, me observa, vuela
hacia mí, mueve sus colmillos, su hocico, saca su lengua, locura, quiere
engullirme, volteo a mi alrededor buscando algún aliado, nadie parece notarlo,
lo tengo cerca, muy cerca, tengo miedo, un líquido caliente resbala por mis
piernas.
El Muro cae, en sincronía conceptual el puerco también,
pierde altura, cae sobre la masa, que termina por engullirlo como en la escena
final de “El Perfume” de Suskind.
Una chica me observa con franca repulsión.
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