lunes, 21 de junio de 2010

Pablo



Veo como armas tu maleta y la llenas de planes, metes las tortugas ninja que te apasionaron a los tres, el Mario Bro´s que te capturó antes que la lectura para regocijo de los diseñadores de videojuegos, doblas tus pasteles que celebramos hasta que te dió pena romper la piñata, tus regalos de Diciembre 25 junto con aquel calcetín lleno de dulces que encontraste aquella mañana en que te levantaste antes que nadie, en otro compartimiento pones tus días de misionero donde descubres una realidad ajena, atroz y de futuro incierto, despacio acomodas a tus amigos de toda la vida y aunque no sabes por que, tienes la certeza de que siempre estarán ahí, como hermanos; doblas tus  sueños y esperanza, metes tus recuerdos, tus fiestas y en un rinconcito el primer beso que aquella flaca muchacha te regaló para tu sorpresa, guardas a todas aquellas mujeres que a tu temprana edad te han amado y que habrás de honrar, guardas también a aquellas a las que tu has amado y no saben que existes, en otro lugar pones a los libros no escritos y las historias no contadas, la llenas de tus planes, de un futuro deseado pleno de viajes y estudios.
Por fin terminas, corres el cierre con cuidado y decides partir, nuestras miradas se cruzan y se húmedecen, las palabras sobran y poco tienen que complementar al abrazo que nos damos.

sábado, 12 de junio de 2010

La Bizantina



Estoy hasta la madre, entro a la Bizantina, esperando que un cigarrillo y un café me relajen contra toda probabilidad científica, si eso no funciona, recurriré al Buchanan de rigor, ese no falla, aunque por la noche los jugos gástricos (parafraseando al sueco de Sven en una connotación hermana) literalmente me partan la madre.

Me gusta el lugar, una casona de mediados del XX donde cada cuarto es un sitio del que puedes adueñarte, tirarte en un rincón y sacar tu libro en lo que el cafecito hace de las suyas, me gustan sus puertas, viejas, de madera firmada por el tiempo, con tierra en cada uno de sus intersticios, me gustan las obras que entre el dueño y su camarilla exhiben, rompiendo los esquemas, experimentando, rozando la delgada línea entre lo que conmueve y lo que resulta demasiado, aún para el mas avezado amigo de la morfina. El sitio está casi vacío, veo a un par de niños que aprovechan el cuarto del faje para tocarse a su gusto, el requisito para estar en esa sala es entrar acompañado, no importa por quien, ni su sexo, ni su edad, lo único que no admiten es coger. Me instalo en un rincón a un lado del baño donde me espera un almohadón con una lámpara que arroja una lucecilla que me permitirá avanzarle al libro en turno, cuando me traen mi café descubro al fondo de la habitación, en la parte oscura, el brillo de un cigarrillo que crece y disminuye al ritmo de la chupada, está frente a mi y me doy cuenta que soy lo que se dice un blanco fácil, mi falo de luz apenas alumbra el texto y extraño mis anteojos.

“El pudor es cuestión de alumbrado” según Fuentes, de testigos, diría Andrés o mejor aún, de conocidos diría yo, me visualizo en una playa nudista en Ibiza y me convenzo de nuevo.

Ya me cansé de leer, sin los malditos lentes no duro mas de una hora, claro que hay otros factores como la iluminación, el tamaño de letra, la tipografía, el contraste con el papel, el movimiento, pero el mas importante de todos y no nos hagamos pendejos es la edad, en ese sentido es de humanos sentirnos iguales, como si el tiempo no pasara, pero en los trances de soledad es cuando el cuadro se rompe, nos escupe a la cara y en un momento nos percatamos de las marcas de la vida a lo largo de nuestra frente, alrededor de los ojos y de nuestra boca, como siempre, el problema no es estar, sino sentirse viejo.

El café está delicioso, la música sabrosita y el cigarro del fondo que sigue delineando siluetas en su viaje del cenicero a los labios, ¿como serán?, me gusta jugar, trato de imaginar las posibles opciones y las historias que puedan desencadenar cada una de ellas.
- Es una mujer en sus 40s que quiere hacer los que no hizo en sus 20s, en automático me acuerdo de aquella rola de Amparo Ochoa donde termina con “mas vale vivir llorando, que morir y sin saber cuando.”
- Es una mujer en sus 20s, fumando compulsivamente al descubrirse embarazada sin tener la certeza de quien pueda ser el padre, aunque sabe que el cigarro no es conveniente en su estado, poco le importa pues tiene decidido deshacerse del feto, sin embargo, tiene los ojos hinchados, el mito de la madre tiene su peso.
- Es un hombre esperando impacientemente a su mujer, alguien le dijo que acostumbra a verse con su vecina en el socorrido cuarto del faje y espera sorprenderla, anhela sorprenderla, la táctica es la sorpresa e indignación, la estrategia sin embargo (¿Mario?) apunta a besar sin miramientos a la vecina mientras penetra a su mujer o viceversa, que no es lo mismo, pero es igual. (¿Silvio?)
- Se trata de un chavo, con el conflicto de haberse enamorado de su tía, aquella que lo alimentó mientras su madre trabajaba, la que siguió bañándolo a los 12, la que le provocó su primera erección siendo un niño, como en aquella novela de Vargas Llosa; la que lo masturbó mientras le leía un texto de la Pizarnick, la que hizo de los encuentros sexuales todo un rito donde los detalles eran lo más importante para lograr su satisfacción, en fin, aquella que lo arropó, que le dio confianza y lo hizo hombre demasiado temprano, demasiado diferente y para su desgracia, demasiado solitario.

Estoy por plantear mi siguiente hipótesis cuando el cigarro se acerca, siempre me emociona ver cual de las opciones es la más cercana. Se trata de una mujer de edad indefinible, distingo una palidez extrema, enfermiza, flacucha, de lacios cabellos y andar nervioso, pasa a mi lado y me dirige una mirada breve mientras da una chupada antes de lanzarme un escupitajo en medio del humo exhalado que cae en mi libro abierto, no alcanzo a encabronarme cuando se mete al baño y me pregunto si la conozco, de donde la conozco, ¿Que mosca le picó a esta pinche vieja?, no termino de limpiar mi libro cuando un recuerdo me sorprende, Laura, la esquelética de la secundaria, era huérfana, me parece, recuerdo aquella tarde cuando al perder una apuesta con los cuates la seduje, es fácil enamorar a una chica solitaria que vive con su abuela, la broma llegó demasiado lejos cuando la desvirgué mientras los amigos observaban y posteriormente, se encargaron de que toda la escuela se enterara, no es algo de lo que me enorgullezca, carajo, solo tenía 14, dejó la escuela y nunca más supimos de ella, llegué a extrañar ese andar nervioso por los pasillos solitarios, era la primera en llegar y la última en irse a casa, por alguna razón me atraía aunque nunca lo dije. Es ella, al fin tendré la oportunidad de disculparme, siempre cargaremos con las acciones vergonzosas hasta que las enfrentemos, una morena pretende utilizar el baño pero Laura no abre, pasan 20 minutos mientras imagino la manera de abordarla, reinicio el juego, me gusta imaginar las posibles opciones y las historias que puedan desencadenar cada una de ellas, eso ya lo sabemos, en todas salgo raspado, no es para menos, pero al fin podré abordar ciertos temas con un poco de menos culpa. Llega la dueña del café, mete la llave y abre la puerta, solo alcanzo a escuchar el grito de la morena y a vislumbrar una jeringa en el suelo junto al cuerpo de Laura, la cabeza queda en mi ángulo de visión y definitivamente reconozco esos cabellos lacios pegados a la cara, los ojos abiertos y dilatados no dejan de mirarme, me falta el aire, no puedo reprimir el vómito sobre “La región más transparente” y sobre mi persona, la escena se nubla y me descubro llorando al reencontrar a mi primer amor y a su desprecio, el último día de su vida.

viernes, 11 de junio de 2010

Profanación


El calor es insoportable, pretender dormir con solo un ventilador a 35 grados es imposible, debo cambiar la almohada al sentirla empapada, en ocasiones envidio tu falta de sudoración, aunque estás caliente al menos estás seca, me doy una ducha de dos de la mañana para refrescarme mientras sueñas, no encuentro toalla así que regreso a la habitación desnudo y mojado, prendo un suspiro, el humo me reconforta cuando no concilio el sueño, voy a la cocina y me sirvo un vaso con agua y con los únicos dos hielos que la desidia me ha dejado, espero que el líquido pierda calor mientras los cubos pierden volumen, regreso al cuarto y mientras fumo y bebo te observo, el neón del hotel de enfrente te muestra para mi en luces sugestivas y parpadeantes que otros identifican como un remanso o tal vez como la oficina donde prestar un servicio y que a mí me hace disfrutar de una visión surrealista de tu persona. La camiseta se adhiere a tu cuerpo, delinea unos senos pequeños que se mueven al ritmo de tu respirar. El pelo cubre tu rostro como escondiendo a una mujer a quien el pudor le ha dictado reglas. Tus piernas, largas y abiertas denotan un sueño profundo. Tus bragas negras, esas que cubren lo indispensable y muestran lo necesario, me gustan, casi más que lo que cubren. La lencería me enloquece desde niño, la descubrí en alguna de esas revistas de mujeres que compraba mi madre, una tarde, mientras ella veía el televisor, tomé la revista y descubrí el significado de una erección, todo me gustó, la modelo, la lencería y por supuesto la dureza de una parte del cuerpo que pensaba solo servía para desechar toxinas. La escena es increíble, Voy por mi Cannon y monto el trípode mientras imagino la secuencia fotográfica, el nombre de la serie, te acaricio con el obturador como 50 ocasiones, todos los modos se hacen presentes, el automático, el difuso, el nocturno, te pierdo de foco y te recupero entre el reflejo de las luces que te tocan, te muevo buscando nuevos versos, mientras la Cannon ultraja tu intimidad, en un destello, despiertas y cuando me descubres aunque estás muerta de sueño sonríes y te quitas la ropa.

miércoles, 9 de junio de 2010

Me Urge Tanto




Me urge amarla,
saciarme en su fuente
abrazar su espacio
besar su tiempo
contarle una historia
un poema
cerquita
al oido
respirar su aliento
arrancarle una sonrisa
o un gemido
prolongado
eterno
y hacerlo mío

martes, 8 de junio de 2010

Romina

¿Donde estoy?, la luz del día me lastima, no me puedo ni mover y la tele encendida me taladra los tímpanos, definitivamente la resaca es de las buenas, me incorporo y la habitación me da vueltas así que me tengo que sentar al borde de la cama por un momento, el sabor a cigarro y a whisky invade mi paladar, tengo la boca seca, necesito una cerveza. La mujer que a mi lado todavía está dormida ¿Quién es?, ¿De donde la saque?, logro levantarme y al llevarme las manos a la cara me lastimo, me veo en el espejo y me descubro con la boca cortada e inflamada ¡Ufff! ¿Que pasó? ¿Donde estoy?

- Pues si mi buen, estoy soltero el fin de semana, dispuesto al reventón como hace algunos años, la mujer y los hijos se fueron a Montemorelos con la suegrita que tanto la quiero, ¿entonces que? ¿a que horas nos vemos?
- No pues a la hora que digas, tengo dos que tres amiguitas que te quieren conocer, nada mas te sacan de oídas y pues ya me han pedido que te las presente a ver que rollo
- ¡Ya vas! que te parece si nos vemos a las 9 en “La Función”, el antro que está en Guerrero y Comonfort, en Torreón. Ahí te presento a unas nenas que estoy controlando y luego nos las llevamos a dar la vuelta a ver que onda, ¿como ves?
- ¡Va! ya me han comentado de ese barcito y me han dado muy buenas referencias, me dicen que las damas que están muy bien y que son de amena conversación, ¿es cierto?
- Pues claro, ya conoces mis gustos y sabes como me manejo. Nos vemos a las 9 y seguimos platicando.


Que suerte, hay un servibar por acá y está surtido, abro una cerveza y casi me la acabo en la primera embestida, me detengo cuando siento una punzada en la sien producto del helado líquido. Me miro al espejo y examino la cortada del labio, preparo unos hielos en una bolsa de plástico a ver si baja un poco la inflamación, lo dudo, la sangre está seca de manera que el corte ya tiene un rato.
Enciendo un cigarrillo y me siento en un sillón tratando de recordar que fue lo que pasó. La mujer de la cama ésta cubierta por la sábana que delinea su silueta, nada mal, observo lo que su rojo pelo me permite de su rostro y descubro un mentón firme, labios delgados todavía con pintura, tatuados en sus bordes, una oreja discreta, nariz ligeramente aguileña aunque pequeña y en la base del cuello una marca feroz producto de una caricia que traspasó el umbral del dolor.

- Esto de los mensajes es una maravilla, con el pretexto de cuidar el presupuesto familiar entramos hasta Montemorelos por lo menos cinco veces al día para ver como están la mujer e hijos, mi último mensajito desde el Boulevard Alemán.
“ Buenas noches mamita, vamos a ver el juego de las Águilas a casa del enano, ya vez que es el que tiene SKY, pero me regreso terminando el partido ya que mañana hay una junta muy importante y se requiere estar avispado, con decirte que el big boss va a estar presente así que si tu galán se pone trucha, hasta un aumento de sueldo le toca, ¿como ves mamacita?, buenas noches y un beso a los niños. Si no es mucha molestia dile a tu madre que se aviente un rezo por el Buosso, ya vez que no ha metido gol. Chiao”
Destapo la segunda cerveza y le doy un par de tragos, ya con la mente mas despejada. Me lavo la cara borrando todo rastro de sangre pero lo tengo que hacer con mucho cuidado, el labio si que me duele.
Reviso mi pantalón y encuentro mi cartera y el celular, todo en orden, al menos no me atracaron, necesito unas aspirinas.

- Que onda mi Andrés, pensé que me ibas a dejar como novia de rancho, ya se me hacía mucho.
- Que pacho? que pacho?, como crees mi buen, lo que pasa es que tenía un asunto pendiente con una damisela y ni modo de apagar el sonido a la mitad de la fiesta o de bajarse de la moto a 50 o de dejar la cheve medio llena no?, usted ha de comprender, además ya veo que lo están atendiendo muy bien, no creo que me haya extrañado demasiado, o si?
- Bueno, bueno, pues ni modo de ponerme a llorar, en caliente pedí un whisky para la entonada y el verbo ligero con esa flaquita que me tocó. Por cierto que al principio la vi mas o menos pero después de tres como que si me late.
- Clásico compadre, no hay mujer fea, y menos después de unos tragos, todas tienen su detallito, y si no me cree, consulte la vida de Don Juan Tenorio, no crea que nada mas atendía al ganado de primera, ese le entraba al de segunda y tercera, bovino, caprino o porcino, lo que fuera y eso si, sin perder la forma, aunque en el fondo se busque siempre lo mismo, como ve?
- Que bárbaro mi Andrés, usted si que ha leído, pero pasando a asuntos mas urgentes, que plan, ya son las 10 y no veo claro, acuérdese que no todos los días me visto de 007 y traigo licencia para matar.
- Calmado compadre, ve a esa niña de allá, la bonita de blusa roja y escote prominente, es mi novia y ya le dije que hoy saliera temprano para irnos a una fiestesita donde habrá de Toño y Lupe, como en the good old times, remember?
- Como no, aunque ya sabe mi lema, no es lo mismo “nos la pasamos de lo mejor” que “lo mejor está por pasar”, todo es cuestión de actitud mi Andrés, controle a su princesa ya para irnos antes de que pida otro Whisky y le ponga coche y casa a la flaquita esa.

Llamo a recepción y pido cualquier cosa para este maldito dolor de cabeza, así no puedo pensar.

- Vamos a dejar tu nave aquí, ese camarada es el que cuida y es de confianza, al ratón Miguelito venimos por ella, digo, para no andar en dos naves si vamos la mismo lado, no crees?
- Simón.
- Ya te había dicho que Martita es mi novia?
- Yes
- ¿Y que te parece?
- Guapísima
- ¿Te prende la hormona?
- Cálmate, cálmate, la estás avergonzando, mira que rojita se puso?
- Relax brother, I am an open mind gay, and she is our lady, ok
- Does she know?
- No, do not worry
- Ya sangrones, ¿que tanto dicen?
- Nada mamita, que te le antojaste a mi camarón
- ¿Y no me vas a defender?
- Pues claro, ya le dije que ante todo el respito, digo el respeto

Cierro las persianas y me siento en la cama, jalo la sábana y descubro el cuerpo de la mujer, no se inmuta, está boca abajo, la pierna izquierda así como su brazo del mismo lado plenamente extendidos, el brazo derecho tapándole ligeramente la cara y la pierna medio recogida sobre un almohadón, su blanca desnudez me recuerda un encuentro que tuve en la universidad con una chica nórdica. Sus formas definitivamente corroboran lo que la sábana insinuó, dueña de un cuerpo para ser amado, o tal vez sería mas justo decir gozado, el amor nada tiene que ver, hay mujeres así, que debieran ser de todos y de nadie, sin ataduras ni complejos.

- Mira Brother, ahí es la fiesta, el dueño es un beisbolista famoso, va a estar pura banda alivianada, puro peace & love, licor y algunas drogas, eso si, a nadie se le forza, el que quiera se atiza y el que no, ¡pues no! El respeto al derecho ajeno es quitarnos de las consignas postelectorales de voto por voto, ¿no crees?
- Pues si, por mi no te preocupes, ya me conoces, solo que no vaya a haber puros batos, ya no estamos para desperdiciar horas nocturnas
- No hombre, despreocúpate, nenas es lo que va a sobrar, en estos tiempos las damas son mas reventadas que la raza, si no me crees, solo espérate a que prendan los cocteles y pica la acción
- ¡Ya estas!

Me sirvo otra cerveza y escribo en su espalda buenos días con mi índice apenas rozándola, le retiro el pelo del rostro para apreciarla mejor, sigo escribiendo y dibujo formas caprichosas, el índice baja por su columna hasta su cadera, donde se entretiene, indeciso, caprichoso, brincando de curva en curva, detecto un ligero temblor al tocar las cercanías del cóccix

- Que onda Andrés, que bueno que le caíste
- Lo prometido es deuda en udis, mira, mi noviecita santa y un cuaderno de doble raya de la secundaria.
- Bienvenidos mi buen, tus brothers son los míos y en especial la muñeca. No se asuste mi reina, no le va a pasar nada que usted no quiera ¿ok?
- Tranquilo Pierrot, no me la asustes antes de tiempo, ¿que va a pensar del dueño de sus propiedades?
- Es broma, están en su casa, lléguenle a lo que quieran, la única regla es que no hay reglas ¿ok?

Tu cadera responde a mis caricias y se levanta invitándome, te tomo, lentamente, sin palabras, sin promesas, sin conocerte, sin amarte, sin rostro, tan solo tu roja cabellera, y tu hermosa manzana, sin futuro que importe, salvo el instante presente de amar por amar, instintivo, primario, como el hambre o la sed.

- Ton´s que Marteta, ¿a que horas sales al pan?
- Mira Andrés, tu cuate se está volando conmigo
- Oh, ¿Qué tiene?, aguante, mas vale cuate por conocido que gandalla por conocer, ¿o no?
- Pues si, pero yo nada mas quiero contigo
- No hay pex mi Andrex, déjame dar un rock and roll a ver que encuentro
- Pues te acompaño
- ¿Y yo que?
- Usted quédese aquí mi reina, que nos pueden ganar el silloncito
- No se tarden
- No mamita, usted cuídenos esta botellita que en un rato regresamos

Nos derrumbamos, cansados y sudorosos, nuestros olores se mezclan, tu mirada me atropella, reconociéndome, sopesándome, juzgándome. Una leve sonrisa se dibuja en tu rostro y me das los buenos días

- Mira mi Andrés, un chorro de nenas, para que trajiste piedras al cerro
- Hijole, tienes razón
- Mira nada mas mi buen, parece que estamos en esa rola de Caifanes, Perdido en un Barco (lleno de nenas), y todas se ven bien, ¿será por los whiskitos que llevamos en adelanto?
- Nel brother, hay para todos los gustos. ¡Uff! Ahorita regreso porque ese güey le está cayendo a la Martita y me cae re gordo, déjame lo mando por un tubo tubo, tubo tubo.
- Sale, yo mientras le tiro el sablazo a esa pelirroja del rinconcito, la de lentes

Te pregunto tu nombre y dices llamarte Romina. ¿Sabes que pasó? Te pregunto

- Que haces mi reina
- Pues aquí, lo mismo que todos, ¿y tu?
- Yo mido el terreno
- ¿Y como lo encuentras?
- Bien, bien, diría que bello y prometedor, ¿te sirvo un trago?
- Tráete esa botella de Buchanan y 4 pastillas de las rojas de esa charola, para prendernos in situ y andar igual, tengo ganas de experimentar contigo
- ¡Órale!

Cuentas la historia y yo sigo desde afuera, entre risas me recuerdas los tragos, las pastas que compartimos y unos hongos del mero Oaxaca, cuentas la golpiza que le pusieron al Andrés por pasarse de veras con la dueña de la casa, el marido ni cuenta se dio pues estaba atracando a Martita. El guardaespaldas que se manchó con él, parecía el ofendido el muy desgraciado.
Dices que cuando me di cuenta del atropello salí al quite y también me tocó lo mío aunque me salió barato gracias a que decidiste romperle su guarra madre con un bat que no se de donde sacaste.
No dejas de reír y yo te sigo desde afuera, como espectador de una película, y entonces lo vislumbro, la historia cobra sentido, se rearma a pedazos, Andrés tirado en un charco de sangre, el sonido del bat al romper el cráneo del guarura, el robo del auto, el whisky, la coca, la persecución, la policía, los hongos y tu que no dejas de reír.

Punto Perdido

“Eso es lo yo llamo una hermosa cabeza de hombre.
Gastada, agrietada por la vida y las pasiones”
J P Sartre

Ayer en el juego, el chino me espetó un “hoy vienes muy chaquetas”. Y todo porque a pesar de tu mayor esfuerzo no pudiste alcanzar una bola que va justo al rincón de tu lado flojo, el siniestro, y a riesgo de romperte la crisma te lanzas con la raqueta como buscando arponear un pez oculto en alguna cueva, pero no alcanzas la bola, con la inercia no te puedes detener y simplemente metes el hombro para salvar el sonido de tu cráneo al romperse en el blanco muro. Y ya en el suelo, una vez que has recuperado la respiración le dices, pues si, siempre me la he jalado, me la jalo y me la jalaré, ¿tienes algún problema con ello?
No puedes reprimir una sonrisa de triunfo cuando observas su cara extrañada porque en ese momento te está ayudando a incorporarte y seguramente se imagina que antes o después esa mano de la que te tiene sujeto besó o besará tu falo, está desconcertado, no sabe si soltarte o de una buena vez levantarte para poder limpiar su diestra en el short aunque sea en seco. Y tu, en tus treintas, que ciertamente no puedes apartarte de la caricia por la mañana, tu primer amor, el siempre fiel, ese que no requiere explicaciones si no estas de humor, el que se contenta con una buena eyaculada sin necesidad de mediar palabras, ese con el que has hecho del paso de la muerte todo un arte, sentir como en el momento del orgasmo te sueltas y esperas 1 o 2 interminables segundos antes de tomarte de nuevo con la fuerza de la zurda, cuando tus efluvios resbalan por tus dedos, por tu entrepierna y mojan la sábana y sientes el líquido viscoso y caliente y pegajoso y como siempre, ya relajado, un grito de tu pequeña conciencia te reclama el solitario amor, pero enseguida tienes la respuesta que te justifica pensando que cualquier satisfacción vale la pena, no importa como sea y si sobre todo si queda “literalmente” en tus manos hacerlo, ¿porque no?. Que se jodan los puritanos, los miedosos, los que piensan que cada hombre tiene un número finito de eyaculaciones y temen que cada ocasión más, es al final, una ocasión menos; pero quien te garantiza que el final no es en un rato, cuando te distraigas viendo una minifalda y un camión urbano te de un empujón a 60 KPH y sientas como una defensa oxidada que ha sido testigo de múltiples golpes te revienta las costillas y que en el sofocón percibas como tus pulmones han sido perforados y simplemente no puedes respirar, y te visualizas como aquellos peces que al sacarlos del agua desesperadamente tratan de jalar aire, por el hocico, nariz, branquias, boca, te mimetizas por un instante y la desesperación se te dibuja en el rostro y percibes gritos y a la gente que se agolpa a tu lado viéndote morir y percibes la humedad en tu entrepierna y sabes que aunque está caliente, no es semen, y un miedo atroz te enfría la nuca y te acuerdas de tu madre, la primer mujer que te amó y seguramente la única que nunca dejará de hacerlo, mientras su final no se presente, aunque el tuyo llegue primero. Y si, el final puede ser hoy, o tal vez fue ayer y esto no es más que una especie de memoria remanente que confirma la tesis de que la caricia de ayer valió la pena, aunque no haya testigos.

lunes, 7 de junio de 2010

Ojuela

Estoy cansado, el mineral mata lentamente, no te das cuenta, mi mujer y mi hijo también tienen que chingarse, apenas nos alcanza, pero ya viene...... Mi general anda cerca, nos vamos a la bola

1909

Compañía minera de Peñoles
Número aproximado de empleados: 1241
Hombres 1200
Mujeres 6
Niños 35
Sueldo anual de los empleados
Máximo $25, 000.00
Mínimo $1,080.00
Producción:
Oro 1,068.01 Kg; $1, 391,844.00
Plata 160,619 Kg; $5,226,352.00
Plomo 23,177,026 Kg; $1,739,826.00


Respiro, luego existo

domingo, 6 de junio de 2010

Turitzio Bar

La entrada francamente tenebrosa, el partner se estaba rajando, las puertas de cristal pintadas de negro y el indispensable neón que garantiza el ambiente congalero; el guardia hispano que te revisa de pies a cabeza en la búsqueda de cualquier punta que pudiera ser protagonista de una muerte anunciada al calor de la pedita.
El Turitzio Bar, ubicado en Bellfort Ave casi esquina con la 59 en Sugarland, Houston, remanso de paisanos que el fin de semana abre sus puertas para dar cabida a la briaga, a la mujer, a la fantasía y a la música de la tierra, pasando por todos lados desde Centroamérica hasta el mero norte de México.
El ambiente, de raza, tal y como lo esperábamos, “un cachito de lo nuestro” parafraseando a María Victoria en un comercial de un supermercado de estos lares. Nos sentamos en una mesa cercana a la pista a modo de ambientarnos rápidamente, ubicamos las salidas de emergencia por aquello de que se armara una bronca y pedimos nuestra corona y dos equis de rigor.
La entrada es gratuita y la cheve marca dos dólares pagaderos en caliente, ahora, que si se la pides a la muñeca, el precio incrementa e incluye una propina de 50 centavos para ella, good deal.
El lugar está lleno de paisanos, raza de bronce, dispuestos a pasar un buen rato bebiendo, bailando y platicando con cualquier muchacha que se acerque, aquí todos somos galanes, nadie te habla en inglés, ni te mira feo, solo hay que pagar las cheves y mover el bote sin promesas ni engaños, encuentras gente de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Venezuela y por supuesto Mexicanos.

Para esta alturas del partido ya la raza pasó a dejar el chivo en las casas de transferencia como el Western Union, pa´que coman los güercos... donde al final por lo menos te joden tres veces:
1) Haciendo el trabajo que nadie quiere con un salario de indocumentado
2) Si quieres transferir $100.00 USD te cobran hasta $15.00 USD por el servicio
3) Tu familia en México no cobra los dólares, cobra el equivalente en pesos mexicanos a una taza por debajo de la publicada.

Volviendo al antro, a nosotros nos atendió Sonia, tremenda muchacha de trasero hondureño, (que no es lo mismo que hondureño trasero) clásico de las tierras calientes donde las mulatas son reinas y señoras. Música de toña, cumbias, salsas, corridos, sones y uno que otro rockcito; hasta el Quijano se apareció invitando al meneo y al pasito del pachuco; con éste descubrimos al paisano de 1.65 bailando con tremenda Lola de roja minifalda que alcanzaba el 1.85, “un cabrón sin complejos” comentó sabiamente el partner, quien para entonces estaba haciendo bizcos al detectar a jovencita de 19, chiquita de tamaño, fresca en aroma, “ratón tierno pa’ gato viejo” musitaba.... soñando..... anhelando.
Así es aquí, vienes a pasar un buen rato, diferente, lejos de la mirada y actitud discriminatoria del Big Brother, donde las gallinitas de patio no se comparan con las morenas y güeritas por muy buenas que se miren, donde el establecer un rollo en tu idioma es lo importante, donde el recordar lugares, sonidos, comida y olores a golpe de verbo es lo que cuenta.
Si quieres puedes echarte una partidita de billar por tres Quarters, para cuando juega el TRI hay tremendas pantallas no muy chingonas, pero eso es lo de menos, lo importante es gritar como en el corona, sin complejos, sin tapujos, en plena comunión cultural.

...Nació de una tormenta en el sol de una noche del penúltimo mes
fue de planeta en planeta, buscando agua potable,
quizás buscando la vida o buscando la muerte eso nunca se sabe,
quizás buscando siluetas o algo semejante que fuera adorable,
o por lo menos querible, besable, amable ...
(Silvio)